Este año nos llevamos una gran sorpresa al descubrir a Glass Animals, unos muchachos de Oxford que el pasado marzo sacaron su álbum debut Zaba (Wolf Tone, 2014). Un colorido disco, fresco y con gran variedad de ritmos que nos hacían recordad a Alt-J y Wild Beasts.
Tras su paso por el Santander Music Festival este mismo año, no queríamos perdernos su segundo concierto en Barcelona para ver como sonaba este magnífico disco en directo. La [2] de Apolo fue el lugar escogido para llevar a cabo este concierto, que aunque empezó medio vacío, acabó bastante lleno.
Tras el paso de los teloneros catalanes Pacosan – que no pude ver por falta de tiempo – esperamos un buen rato a Glass Animals. La disposición del escenario me pareció a primera vista algo extraña. Un micrófono colocado en uno de los laterales frontales, dos teclados; uno a un lado y otro al fondo y la batería al otro lado, dejando un enorme espacio en el centro. Poco después entendí el por qué.
Unos 20 minutos después de la hora prevista, empezamos a escuchar sonido ambiental que nos trasladó hasta la jungla, se trataba de una versión extendida de la intro de ‘Pools’. Sin embargo Glass Animals subieron al escenario y comenzó a sonar el single ‘Psylla’, donde vimos a unos Glass Animals más acelerados que en la versión de estudio. Tras ‘Black Mambo’ Dave Bayler, líder de la banda decidió quitarse los zapatos para poder bailar libremente por todo el escenario durante ‘Exxus’. Con una actitud muy desenfrenada y llena de energía, el cantante de Glass Animals se movió sin parar, bailando y haciendo movimientos espasmódicos al más puro estilo Thom Yorke y es que al muchacho se le veía ilusionado de tocar en Barcelona. El resto de la banda también se mostraba alegre y directa, así como muy compenetrada, y es que Glass Animals son amigos desde los 14 años y eso se nota encima del escenario. Entre canción y canción Bayley no habló demasiado pero sí nos dijo que era el cumpleaños de Joe Seaward, batería del grupo al que el público regaló un ‘Happy Birthday’.
Seguidamente los británicos decidieron ofrecer de golpe dos de los platos fuertes de Zaba, ‘Gooey’ y ‘Walla Walla’, convirtiendo la sala en una fiesta donde todos nos movíamos contagiados por su ritmo, su energía y los movimientos de Bayley. Interpretaron una versión mucho más bailable y acelerada de este tema, e incluso modificaron parcialmente el final de ‘Walla Walla’ para hacerla aún más épica. Si hay algo que cabe destacar de su concierto fue lo elaborado que estaba su setlist, en mi opinión el orden de las canciones fue de los más acertados que he visto en mucho tiempo, mezclando momentos más calmados con los más bailables de manera perfecta. Lástima de algunos de los asistentes, que pese a gritar a los cuatro vientos lo mucho que les gustaban Glass Animals no dejaron de hablar y molestar durante gran parte del concierto.
Después del subidón de estos dos temas tocó relajarse un poco con la atmosférica ‘Intruxx’ y la sensual ‘Hazey’ que hizo que pudiéramos saborear un poco más el ritmo de su último disco en su versión de estudio. Llegó el momento de interpretar ‘Toes’ que personalmente me gustó mucho más encima del escenario, creció y se convirtió en un gran momento para Bayley que la disfrutó el que más. Para despedirse brevemente de nosotros tocaron ‘Flip’, ‘Cocoa Hooves’ y ‘Wyrd’. Volvieron rápidamente con una cover de Kanye West muy celebrada por parte de la mayoría del público. Se trataba de ‘Love Lockdown’ una versión muy acertada que gustó mucho. Para finalizar su gran concierto y así terminar de convencer a todo el público de que Glass Animals llegarán muy lejos nos hicieron bailar con la gran ‘Pools’, donde muchos les ayudamos a corear este single: ‘Sink my little soul for you. And talking I said I've been through a lot of noise. The manner that he drinks in twos, enjoys. We're utterly agreed in which to war’.
Esperamos poder verles de nuevo dentro de poco.
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