El futuro siempre ha sido imaginado de las formas más inverosímiles y diversas posibles, estando plagado el apartado sonoro de un montón de diversidad entorno a la electrónica. Future Punx parece que han capturado todas estas invenciones no solo para contener referencias en el nombre del grupo, sino para destilar unas composiciones de enorme sorpresa y acercamiento de estilos que en un primer momento nos podrían parecer muy distantes. De este modo, el concierto que ofrecieron el pasado jueves en Valladolid, resultó esa especie de coctelera adictiva en el que cada canción suponía un cambio perfecto en el guion. Editando para Dull Tools, el mismo sello de gente como Parquet Courts o PC Worship, su música se desliga completamente de sus compañeros de sello.

La actual gira europea en la que están inmersos es la perfecta excusa para presentar los temas de su primer LP This is Post-Wave. Por ello, arrancaron su concierto directos a presentarnos los elementos característicos de su música con ‘Post-Wave’ y ‘Endless Growth’, los dos primeros temas del citado trabajo. Sintetizadores donde aparece la figura de los DEVO, guitarras entrecortadas y mucho humo para que comenzase el viaje, digamos espacial. A todo esto tenemos que unirle la infalible tarea de Brit Boras al keytar, consiguiendo el equilibrio entre un comedido ambiente de baile y la esencia post-punk que poco a poco se fue haciendo más presente.

La escenografía que nos presentó el grupo fue la precisa para recrear un mundo en el que todo es sintético y tiene su elevado ambiente misterioso. Las ropas de los miembros del grupo contenían motivos que recordaban a circuitos impresos, un punto más a su favor para que la inmersión en su propuesta fuese total. Bajo todo este ambiente resultó imposible no sacarle el máximo partido a canciones como ‘999’ que llevada al directo adoptó una máscara más orgánica sin perder esos visos de electrónica cerebral que atesora. Tampoco se quedó corta ‘Ever You Go’, uno de los grandes temas de su primer LP en el que los graves hicieron acto de presencia en uno de los mejores momentos de la noche.

A medida que avanzaba el directo, pudimos percibir ese tono exaltado muy propio del post-punk, coincidiendo justo con los momentos en los que Chris Pickering abandonaba su instrumento, aferrándose al micrófono y situándose aún más cerca del público. ‘Forgive the Doubt’ adoptó de esta forma ese punto irreverente que necesitaba el concierto para adentrarse aún más en el enfado contenido en ‘Any Other Way’. El ritmo no bajaba y el final de los temas se enlazaba con el inicio del siguiente. Así llegó ‘Livin’ in a Movie’, donde las bases pregrabadas tomaron su protagonismo, dejándonos con ganas de una mayor cantidad de público que propiciase ese disfrute colectivo que le faltó al directo. Algo similar ocurrió con ‘How to Dance’, uno de los últimos temas del directo que debería haber tenido un efecto más revolucionario. Un concierto muy interesante donde la combinación de los elementos planteados resultó un éxito.