Foals han evolucionado en cuanto a música se refiere, pero el pasado 27 de octubre pudimos comprobar que sus directos también han progresado, y mucho.
A las 18h decidimos ir a hacer cola a la sala Razzmatazz donde estos chicos tocaban, con tanta buena suerte que me encontré a Jimmy y Walter de camino a la entrada. Les pedí si podía hacerme una foto con ellos y muy simpáticos y amables me dijeron que claro que sí, fue toda una sorpresa para mí y eso hizo que la noche empezará ya con muy buen pie. Pero antes de comenzar con la crónica, y a pesar de que Razz seguramente no la lea, quiero agradecerles los trámites que hicieron por mi con por un problema que tuve con las entradas, así que ¡gracias Razzmatazz!
Entramos a la sala que como era de esperar por el sold out estaba llena. Comenzaron puntuales los teloneros, Everything Everything, aunque su actuación bien podría haber sido la de un cabeza de cartel en cualquier festival. Con mucha energía se desenvolvieron muy bien encima del escenario, derrochando vitalidad y carisma. Su líder, Jonathan Higs demostró tener un gran control sobre su voz, ahora grave ahora aguda que recordaba en algunos momentos a Tune-Yards. Estos chicos ya cuentan con algunos temas conocidos por el público que enloqueció con 'Kemosabe', 'Cough Cough' o 'Schoolin'.
Llegó la hora de ver a los verdaderos protagonistas de la noche, Foals. Por si alguien tenía alguna duda acerca de cómo sería su concierto, el escenario daba una pista bastante clara, pues unas cuantas cobras con la boca abierta nos amenazaban desde un mural enorme que ocupaba toda la pared. Así era, Foals venían a ofrecer un concierto de los de quemar suela, venían fuertes y venían a darlo todo, canciones como '2 Trees', 'Stepson' o 'Moon' no encajaban en un concierto que nos iba a dejar a todos agotados.
Las luces se apagaron y empezó a sonar de fondo una música que duró más de dos minutos, mientras todos esperábamos impacientes la aparición de los ingleses. Primero apareció Jimmy, y empezó a tocar (como era de esperar) 'Prelude', mientras los demás miembros de la banda iban entrando uno a uno añadiendo poco a poco el bajo, la batería y por fin los característicos punteos de Yannis. Desde el inicio de este concierto con la primera canción de Holy Fire la actitud de los de Oxford fue contundente, enérgica y apabullante. De golpe llegó 'Total Life Forever', y sin darnos cuenta, en tercera posición sonó uno de los hits de Antídotes, 'Olympic Airways'. Sólo tienen tres discos, pero estos muchachos cuentan con tan buen arsenal de excelentes temas, que pueden ofrecernos sus hits cómo y cuándo quieran. Jack Bevan se levantó de detrás de la batería y con sus baquetas invitó al público a acompañarle aplaudiendo. Como buen maestro de ceremonia Philippakis nos guió para gritar 'DIS-AP-PE-AR' una y otra vez mientras levantábamos los brazos.
Recuperándonos aún de la euforia de 'Olympic Airways', comenzó a sonar de su último disco 'My Number'. Iluminados de rojo y azul, como si en el videoclip estuviéramos no pudimos evitar hacer los coros con Walter y saltar dando vueltas como Yannis, que acabó el tema desenfrenado dejándonos ver lo bien que se le da tocar la guitarra. De las mejores cosas de este concierto fueron sus arreglos para las canciones, algunas para hacerlas más largas otras para que suenen simplemente mejor que en el disco... Y aunque no me creáis, así fue, muchas de sus canciones ganaron una intensidad en directo difícil de percibir en el álbum. Llegó el momento de una de mis canciones preferidas, la magnífica 'Blue Blood', tan tierna al principio para volverse tan desgarradora al final. Con los gritos de Philippakis transmitiendo tanta emotividad, y la percusión exacta... simplemente genial.
Hasta aquí creo que podríamos decir que acabó el primer bloque, el de presentación, a partir de ahora llegaban los temas donde el rock mandaba, la actitud provocativa de Yannis y los suyos se apoderaba de ellos, y el éxtasis y frenesí del público que enloquecía cada vez que su líder griego se acercaba a primera fila. Empezó pues el segundo apartado con la salvaje 'Providence', un tema que creció enormemente en directo, que se apoderó de nuestras almas y nos obligó a saltar, incluso Yannis se volvió más salvaje y saltó encima de un público, que para qué engañarnos, estaba deseando verle encima suyo, pero es que la canción lo dice todo "I'm an animal, just like you". Aquí tenéis un vídeo que pude grabar de esta canción, aunque la calidad es pésima ya que tuve que grabarlo con el móvil, os ayuda a haceros una idea de cómo fue...
Siguiendo con Holy Fire, era el momento de seguir demostrando la habilidad de Yannis con su guitarra con 'Late Night' y su gran interpretación con ella al final de ésta. 'Milk & Black Sipers' era la siguiente, una de esas canciones que arreglaron para que durará más, para que sonará mejor y para que ganará intensidad, inevitable acompañar a su frontman: "Cause I've been around two times and found that you're the only thing I need! Cause I've been around two times and found that you're my only friend indeed!".
Derrochando carácter y energía, otro de los temas más esperados de la noche era 'Spanish Sahara', y como era de esperar ésta no defraudó. Para acabar el segundo bloque Foals traían dos platos fuertes de Antídotes; 'Red Socks Pugie' y 'Electric Bloom'. La primera sonó espectacular y para la segunda Yannis trajo consigo un tom que situó frente suyo y comenzó a tocar con toda su fuerza y rabia. De repente se le cruzaron los cables y empezó a escalar por el lateral de la sala, llegó hasta uno de los pasillos superiores y viendo que eso era demasiado arriesgado, optó por tirarse desde un balconcito hacia un público que levantaba sus manos para coger a Philippakis al vuelo. Pasando de mano en mano, volvió otra vez al escenario donde siguió golpeando el tom mientras los demás miembros de la banda también lo estaban dando todo.
Desaparecieron y nos dejaron descansar un rato, para volver y sorprendernos con uno de los temas que les dieron a conoce; 'Hummer'. Como la sala aún no se había derrumbado, tocaron 'Inhaler', llena de fuerza y energía para que todos los asistentes de Razzmatazz hiciéramos tambalear todos sus cimientos. Y para terminar, como ya viene siendo costumbre en sus conciertos, los de Oxford optaron por la demoledora 'Two Steps, Twice'. Comenzamos calmados cantando con Yannis "Sun side dance step for two" y mientras la banda aún estaba tocando, el público adelantó sus ganas de saltar tarareando con todas sus fuerzas "Babada babada", luego se nos unieron Jimmy, Walter, Edwin, Jack y Yannis y juntos acabamos de manera espectacular un concierto que muchos de nosotros tardaremos en olvidar, si es que alguna vez lo hacemos.
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