Hoy repasamos la trayectoria de un músico tan interesante como infravalorado. Estamos hablando de David Vandervelde, músico de Nashville, cuna de tantas bandas de rock polvoriento y sonidos aferrados a la tradición norteamericana. David conserva algo de eso en su música, aunque con el paso de los años sus sonidos han derivado mucho más hacia el Lo-Fi levitante. El punto de partida de muchos músicos es en este caso el camino por el que ha evolucionado nuestro artista, ya que su último trabajo Shadows Sides sigue estos patrones. Conocido por trabajar al lado del desaparecido Jay Bennett (músico esencial en los orígenes de Wilco), su carrera en solitario recoge momentos muy destacados, donde el peso del folk-rock americano ha equilibrado su balanza de incansable explorador de melodías de pop lisérgico.
Editando siempre bajo el sello Secretly Canadian, David dio a conocer su talento en solitario en 2006 con la edición de su primer single ‘Jacket’. Los albores de un formato pop pero con mucho corazón de canción americana en un músico de indudable gancho que nos recuerda a la inmediatez de otros músicos influenciados por el género como Jonathan Wilson o Luther Russel. Sin perder de vista la esencia folk de los Wilco de Being There, David nos entregó en 2007 su primer LP The Moonstation House Band. Un trabajo que sin lugar a dudas estaba dotado de un gran énfasis porque cada melodía que arrancaba tuviese más brío que la anterior. Unas guitarras con la rutilancia perfecta y arreglos muy propios del mismísimo Billy Brag. Todo esto tenemos que unirlo a momentos en los que sale a relucir el encanto de un pop de andar por casa como es el caso de ‘Feet of Liar’.
Sin apenas tomarse un descanso, en 2008 editó su segunda referencia Waiting for The Sunrise. Recogiendo un poco más el descarado empuje del primer trabajo, prefirió que todo fuese más medido y dejarse llevar hacia esa vertiente de teclados precisos de M. Ward donde todo se envuelve en el encanto de un pequeño salón western actualizado al siglo XXI. Este es el caso de temas como ‘Californian Breezes’ o la propia ‘Waiting for the Sunrise’, un tema esperanzador y nostálgico como pocos. En este disco, también nos encontramos algunos de los mejores temas facturados por el norteamericano, como la imponente ‘Hit the Road’, un tema que desgarra cada vez que David alza la voz y nos hace añorar muchas cosas.
Tras un hiato de unos cuantos años en los que el músico editó una serie de temas más contundentes y experimentales como ‘More than You Can Feel’, llegó el momento de adentrarse en un nuevo sonido que también le queda como anillo al dedo. La psicodelia surgió dándose la mano de atmósferas típicamente Lo-Fi para lograr un gran trabajo como es Shadows Side publicado el año pasado. El calor seco de Nashville dejó paso a los ambientes de alta humedad californiana y los colores del Elephant Six Collective. Al más puro estilo de Elf Power, David filtró sus registros de voz en su nuevo trabajo sin perder nada de naturalidad en sus melodías. Así llegaron composiciones con tanto gancho como ‘Strange Goodbyes’ o esa capa de guitarras de‘No Good’ que tiene un efecto similar a un desfibrilador. Un camino que parecía difícil de explorar a juzgar por los primeros trabajos del músico, pero que sin lugar a dudas se convierte en otra exitosa senda. En este 2015 tendremos que estar muy atentos, porque subió hace unos días su nuevo EP con una pinta y equilibrio estupendo.
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