En el corazón de La Plata, una ciudad conocida por su efervescencia cultural y su prolífica escena musical, nació una voz que estaba destinada a resonar más allá de sus diagonales. Mora Palvi, una joven que creció rodeada de melodías diversas, encontró en la música no solo una pasión, sino un camino de vida que la llevaría a convertirse en una de las figuras más prometedoras del nuevo rock argentino.
Desde temprana edad, Mora se sumergió en un universo sonoro ecléctico. En el salón familiar, los compactos de James Brown se alternaban con los de Fabiana Cantilo, mientras que los Beach Boys compartían espacio con Caetano Veloso. Esta variedad musical sembró en ella una curiosidad que, con el tiempo, germinó en un deseo irrefrenable de crear sus propias melodías.
El punto de inflexión llegó a sus 19 años, cuando Mora tomó una guitarra por primera vez. Lo que comenzó como un pasatiempo pronto se transformó en una obsesión creativa. Las melodías fluían de sus dedos con una naturalidad sorprendente, y las letras comenzaron a brotar de su mente como un manantial inagotable. En 2017, lo que parecía un simple experimento musical se cristalizó en la formación de Mora y Los Metegoles, una banda que desafiaría las convenciones del género y se abriría paso en la escena independiente con una propuesta fresca y auténtica.
El debut discográfico de la banda, 'Dejen dormir', llegó en 2019 como un grito de autodescubrimiento. Las canciones de este álbum reflejaban la transición de la adolescencia a la adultez, con letras que oscilaban entre la introspección y la rebeldía. La canción homónima del disco se convertiría en un himno generacional, capturando la esencia de una juventud que buscaba su lugar en un mundo cada vez más complejo.
El camino hacia el reconocimiento no fue fácil. Mora tomó la valiente decisión de abandonar sus estudios universitarios y su trabajo en la administración pública para dedicarse de lleno a la música. Esta apuesta arriesgada fue el catalizador que necesitaba para sumergirse completamente en su arte. Los ensayos interminables y las noches de composición se convirtieron en su nueva rutina, forjando un sonido único que pronto captaría la atención de la escena underground.
La pandemia de 2020 supuso un desafío inesperado para la banda. Los escenarios quedaron en silencio y las salas de ensayo se vaciaron. Sin embargo, este período de introspección forzada se convirtió en un caldo de cultivo para la creatividad de Mora. Las melodías que nacieron en el confinamiento tomarían forma en 'Suerte', el segundo álbum de estudio lanzado en 2022.
'Suerte' marcó un punto de inflexión en la trayectoria de Mora y Los Metegoles. El disco, producido por Aziz Asse y Ramiro Sagasti, exhibe una madurez musical y lírica que trasciende las fronteras del indie rock. Canciones como 'Modificador' y 'Gran remera' se convirtieron rápidamente en favoritas del público, con estribillos pegadizos que invitan a la reflexión sobre la identidad y el cambio.
Las letras de 'Suerte' revelan a una Mora más consciente de su entorno y de sí misma. En 'Alimentarte', la artista explora la necesidad de nutrir no solo el cuerpo, sino también la mente, en una sociedad que a menudo prioriza lo superficial. 'Tu maestra', por su parte, es una declaración de independencia intelectual, un rechazo a los roles impuestos y una invitación a pensar por uno mismo.
El éxito de 'Suerte' catapultó a Mora y Los Metegoles a nuevos horizontes. Los escenarios de Buenos Aires, Córdoba y Rosario se rindieron ante su energía en vivo. La banda incluso cruzó fronteras, llevando su música a Montevideo y captando la atención de productores internacionales. Un remix de 'Gran remera' por el DJ australiano Maxwell Byrne demostró el alcance global de su propuesta musical.
A medida que su popularidad crecía, Mora se mantuvo fiel a sus raíces y a su visión artística. La autenticidad de su propuesta musical, que ella misma denomina 'wendy rock', ha sido clave en su conexión con el público. Este género, una amalgama de influencias que van desde el grunge hasta la psicodelia, pasando por el rock clásico, es un reflejo de la versatilidad y la curiosidad musical de Mora.
En el escenario, Mora se transforma. Su presencia magnética y su habilidad para conectar con el público han convertido sus conciertos en experiencias catárticas. Junto a Joaquín Millón en el bajo, Lautaro Osácar en la batería y Marcos Cikes en la guitarra, Mora crea un sonido que es a la vez familiar y sorprendentemente nuevo.
Mientras prepara su tercer álbum de estudio, Mora reflexiona sobre su trayectoria con una mezcla de gratitud y determinación. Afirmando que nunca hay que perder el deseo por la música, nos recuerda que el hacer canciones es un oficio que se construye y valida cada día. Su enfoque en el presente y su compromiso con la autenticidad artística son los pilares sobre los que continúa construyendo su carrera.
Mora y Los Metegoles representan una nueva generación de músicos argentinos que no temen desafiar las convenciones. Con cada canción, con cada actuación, reafirman su lugar en el panorama musical contemporáneo. Su música es un testimonio de que el rock, lejos de ser un género agotado, sigue siendo un vehículo poderoso para expresar las inquietudes y esperanzas de una generación en constante evolución.
A medida que Mora Palvi continúa su viaje musical, una cosa queda clara: su voz, tanto literal como metafórica, seguirá resonando en los oídos y corazones de quienes buscan en la música algo más que simples melodías. Es una voz que habla de cambio, de crecimiento y, sobre todo, de la inagotable capacidad del arte para transformar vidas. En el horizonte de la música argentina, Mora y Los Metegoles brillan con luz propia, prometiendo un futuro tan emocionante como su presente.
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