En el corazón palpitante de São Paulo, una nueva voz musical emerge del bullicio urbano. eliminadorzinho, un trío cuyo nombre en minúsculas desafía las convenciones, se ha convertido en un fenómeno que trasciende las etiquetas genéricas. Desde sus modestos inicios en 2016 hasta el aclamado álbum debut 'Rock Jr.' en 2021, la banda ha trazado una trayectoria única en la escena del rock alternativo brasileño.
Gabriel Eliott, João Pedro Haddad y Tiago Souto Schützer, unidos por lazos de amistad desde la infancia, forjaron su alianza musical en las calles paulistas. Su primer EP, 'nada mais restará.', lanzado en 2016, se erigió como una declaración de intenciones. Las reverberaciones y atmósferas nostálgicas de este trabajo inicial reflejaban una juventud que contemplaba el pasado con una mezcla de asombro y melancolía.
El nombre eliminadorzinho, inspirado en la obra de Sonic Youth, encapsula la filosofía del grupo. Se ha señalado que su visión del rock se aleja de los grandes estadios, abrazando la intimidad de pequeños locales donde la energía se concentra y la conexión con el público es más intensa. Esta perspectiva modesta y anti-pretenciosa ha sido el motor de su creatividad desde el principio.
En 2017, el grupo presentó 'Aniquiladorzinho', un EP que marcó una evolución en su sonido. Si bien se mantenía la esencia nostálgica, las canciones adquirieron un tono más agresivo, con claras influencias del noise rock de los 90. 'Você Acha' se convirtió en un himno generacional, mientras que 'Fora de Ar' exploraba la montaña rusa emocional de la juventud en sus siete minutos de duración.
Los años subsiguientes vieron a eliminadorzinho experimentar con colaboraciones. En 2018 se lanzó 'Peleja', un split con la banda Quasar, y en 2019 'Lapso', junto al músico mineiro Fernando Motta. Estas experiencias enriquecieron su paleta sonora y les permitieron explorar nuevas dinámicas creativas.
El verdadero punto de inflexión llegó con 'Rock Jr.' en 2021. Este álbum debut, producido por Luden Viana, se presenta como un viaje a través de la turbulenta transición a la adultez. Las nueve canciones del disco se perciben como episodios de un diario sonoro, cada una capturando un momento de la vida cotidiana en la gran ciudad.
'Eu Só Preciso de um Tempo' abre el álbum con un grito de auxilio generacional. La letra aborda la necesidad de pausa en un mundo que avanza sin descanso. 'Verde' explora la confrontación con los propios demonios, mientras que 'Pompeia' rinde homenaje al barrio paulista y a la nostalgia de los primeros empleos y amores.
La producción de 'Rock Jr.' se caracterizó por ser un proceso largo y colectivo. Se ha comentado que la demora en la creación permitió que el sonido madurara y las ideas fueran trabajadas hasta alcanzar un nivel óptimo. Este enfoque meticuloso se refleja en canciones como 'Eu Já Sei', donde se experimenta con arreglos más ambiciosos y voces en capas.
Las letras de eliminadorzinho han evolucionado desde sus primeros trabajos. Si bien mantienen un tono confesional, ahora abordan temas más complejos. 'Baixo Astral' reflexiona sobre el envejecimiento prematuro y la dificultad de dejarse llevar, mientras que 'Trânsito (Ilusão)' explora la sensación de estar atrapado en una relación sin salida.
El álbum cierra con 'Canção Pro Tony Andar de Skate', una oda a la cultura skate y a la necesidad de escape. La canción, con sus cambios de ritmo y su crescendo final, encapsula la esencia de eliminadorzinho: una capacidad para fusionar la energía del punk con la introspección del indie rock.
El éxito de 'Rock Jr.' no pasó desapercibido. La Asociación Paulista de Críticos de Arte lo incluyó en su lista de mejores álbumes de 2021, consolidando a eliminadorzinho como una de las voces más prometedoras del rock brasileño contemporáneo.
Más allá de su música grabada, eliminadorzinho ha cultivado una conexión especial con su público a través de sus actuaciones en vivo. Desde pequeños clubes como el desaparecido Breve hasta el icónico SESC Pompeia, la banda ha dejado su huella en la escena musical de São Paulo. Sus conciertos son reconocidos por su intensidad y por la capacidad de crear una atmósfera íntima incluso en espacios más amplios.
En 2022, la banda dio un paso más en su evolución con el show '666 canções de amor' en el Centro da Terra. Este espectáculo, que mezclaba material nuevo con versiones de sus éxitos, demostró la versatilidad de eliminadorzinho y su voluntad de desafiarse a sí mismos y a su audiencia.
A medida que eliminadorzinho continúa su viaje musical, se hace evidente que su impacto trasciende las etiquetas de género. Su música aborda las experiencias universales de crecer, amar y enfrentarse a un mundo en constante cambio. Con cada lanzamiento y actuación, el trío reafirma su compromiso con un rock honesto, visceral y profundamente humano.
En un panorama musical dominado por tendencias efímeras, eliminadorzinho se mantiene fiel a su visión artística. Su música se erige como un recordatorio de que el rock, en su forma más pura, sigue siendo una poderosa herramienta para explorar las complejidades de la existencia humana. Ya sea en un pequeño club o en un gran festival, el sonido de eliminadorzinho resuena con una autenticidad que es cada vez más escasa en la música contemporánea.
Mientras São Paulo sigue su incesante movimiento, eliminadorzinho continúa capturando su esencia en canciones que son tanto un espejo de nuestra época como una ventana a un futuro lleno de posibilidades sonoras. Con cada acorde, con cada verso, se nos recuerda que el verdadero rock no necesita pompa ni circunstancia, solo corazón, sudor y un puñado de acordes bien ejecutados.

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