Francia se enfrenta a la catástrofe natural más devastadora registrada en más de siete décadas tras el descontrolado incendio que comenzó el martes por la tarde en el departamento de Aude, ubicado en el sureste del territorio francés, muy próximo a la frontera española. Las llamas, que se iniciaron a las cuatro de la tarde del martes, han experimentado una propagación vertiginosa que ha calcinado ya más de 16.000 hectáreas distribuidas entre quince municipios de la región.

El siniestro ha cobrado la vida de una mujer de 65 años y ha provocado heridas a otras trece personas, encontrándose una de ellas en estado crítico. Más de 2.000 efectivos entre bomberos y militares trabajan incansablemente para contener el avance del fuego, que según Bruno Retaill, ministro del Interior, constituye el peor desastre de estas características desde 1949.

La magnitud del siniestro ha obligado al corte total de la autopista A9, arteria fundamental que conecta Francia con España, específicamente en ambos sentidos de circulación al norte de Perpiñán. Esta interrupción del tráfico se debe a la proximidad del incendio al suroeste de Narbona, convirtiendo la zona en un área de alto riesgo para la seguridad vial y ciudadana.