Waiting Here, el último álbum de Tough Age, es como una máquina bien engrasada. Cada canción es un componente crucial, trabajando juntos armoniosamente para crear un todo poderoso e impresionante. Es como un motor afinado, con cada parte contribuyendo al rendimiento general.
La energía cargada y la aguda escritura de canciones son como los pistones del motor, impulsando el álbum hacia adelante con intensidad y fuerza. Las guitarras hipnóticas y el sonido de surf inspirado en Eno son como los engranajes, cambiando y evolucionando para crear un sonido dinámico y en constante evolución. Y la meditación de riff que se asemeja al estilo de Yo La Tengo es como el aceite, lubricando la máquina y asegurando que todo funcione sin problemas.
El final del álbum, la pista de título de órgano desenfrenada, es como el escape del motor, liberando la energía acumulada y dejando al oyente con una sensación de emoción y satisfacción.
En general, Waiting Here es como una máquina de precisión, mostrando el talento y la creatividad de la banda. Es un testimonio del poder de la colaboración y la importancia de cada parte individual.