La camaleónica artista islandesa regresa a la capital después de 16 años para presentar su espectacular show Cornucopia. Repasamos los 5 discos indispensables de su innovadora carrera que han marcado a varias generaciones.
Debut (1993)
Tras su etapa con The Sugarcubes, Björk irrumpió en solitario con este álbum pionero que sentaría las bases de su sonido. Mezclando pop experimental, jazz y música electrónica, canciones como 'Human Behaviour' la posicionaron como una artista singular dentro de la escena alternativa de los 90.
Homogenic (1997)
Obra maestra que la consolidó como icono musical global. Con este trabajo conceptual, Björk aprovechó las posibilidades creativas del estudio de grabación para crear una estética futurista y de cine que ha inspirado a incontables artistas electrónicos.
Vespertine (2001)
Exquisito álbum intimista donde la islandesa investigó nuevas texturas vocales y sutiles arreglos de cámara y coros, en colaboración con artistas como el dúo Matmos. Una fantasía auditiva que amplió su paleta sonora.
Medúlla (2004)
Atrevida apuesta experimental construida únicamente a partir de percusiones corporales y voces. Björk llevó al extremo su exploración vocal en este trabajo hipnótico y visceral nominado al Grammy a Mejor Álbum Alternativo.
Vulnicura (2015)
Conmovedor disco concebido como un diario sonoro de su ruptura sentimental. La cantante creó una elegante y delicada electrónica emotiva para narrar el duelo, la resilencia y su empoderamiento.
Estos cinco hitos imprescindibles de su extensa discografía podrían tener cabida en el repertorio del esperado concierto que Björk ofrecerá el 4 de septiembre en el Wizink Center de Madrid, 16 años después de su última visita a la ciudad.
La icónica artista islandesa presentará su espectáculo Cornucopia, un montaje teatral y audiovisual de vanguardia ideado por ella y dirigido por la cineasta Lucrecia Martel. Se trata de un ambicioso show con tecnologías inmersivas, vestuario de alta costura y una puesta en escena futurista.