El muy esperado álbum de Julie Byrne, The Greater Wings, es como un elixir mágico que mezcla diferentes emociones y experiencias. La primera canción es un viaje de montaña rusa que lleva a los oyentes a través de todos los altibajos de la vida. El álbum es un boceto de canciones escritas durante diferentes estaciones, como una colección de recuerdos de diferentes momentos y lugares. Es como un diario de viaje musical que se inspira en las experiencias de la artista en gira, períodos de soledad y viajes por carretera por todo el país. El proceso de grabación fue un esfuerzo colaborativo, entrelazando los sonidos de Chicago, Nueva York y Los Ángeles. Con el fallecido Eric Littmann y el productor Alex Somers al timón, el álbum está impregnado de un sentido de amor y compromiso con el futuro, como una carta sincera a la familia. Ahora llega el momento de presentarnos el sencillo titular del disco, llegando como un tema cargado de instantáneas, capturando momentos fugaces de belleza, crudeza y energía que nunca se pueden repetir de nuevo. En su conjunto, el álbum es un testimonio del poder de la música para evocar emociones universales y crear un espacio íntimo y atmosférico para que los oyentes se pierdan en él.