Hace trece años que apareció en la escena musical la agrupación Radiator Hospital. La banda radicada en Filadelfia consiguió afianzarse gracias a una propuesta donde fusiona elementos pop con rasgos punk y lo-fi. Sus composiciones brindan un sentimiento de confort en momentos complicados, con letras que abordan temas profundos como la lucha interior o la inseguridad, recordándole a los seguidores que no están solos. En sus primeros diez años de actividad, el conjunto publicó diversos trabajos de forma independiente y no tan independiente, lo que incluye cuatro discos de estudio y más de doce EPs, colaboraciones y registros en vivo. No obstante, en tiempos recientes la agrupación se había mantenido en silencio, por lo que la salida de su quinto álbum, Can't Make Any Promises, fue recibida con gran entusiasmo por sus fans.

Este disco, grabado con Kyle Gilbride en su estudio compartido, destaca las sensibilidades melódicas y líricas de Sam Cook-Parrott. El primer corte del álbum, 'Yr Head', muestra el enorme sonido que caracteriza a la banda, canalizando una química de guitarra exagerada en un elegante manto de armonías difusas. La letra de la canción aborda la complacencia y conformismo, demostrando cómo los pensamientos en nuestra cabeza tienen relevancia en nuestra vida diaria. El video musical, dirigido y animado por Nick Berger, complementa a la perfección la canción con un aspecto difuso y cautivador. En definitiva, Can't Make Any Promises es un álbum que demuestra que Radiator Hospital nunca ha sonado mejor, manteniendo su estilo característico y abordando temas profundos y emotivos. La agrupación sigue siendo una de las más relevantes y emocionantes en la actual escena musical, y este nuevo lanzamiento es un recordatorio de su talento y capacidad para mantenerse en la cima.