La formación británica publicó hace días su más reciente LP Compact Trauma, un disco con el que rompen su silencio discográfico de casi seis años, tiempo que transcurrió desde que vio la luz Modern English Decoration. Lo cierto, es que a juzgar por todo lo que aparece en esta nueva referencia, no han perdido para nada el tiempo, ya que han ampliado enormemente el rango estilístico explorando territorios que van mucho más allá de las influencias kraut que poblaron sus anteriores referencia. Tirando siempre de un núcleo guitarrero de lo más versátil, se destapan como un grupo sin miedo a explorar un sentimiento melódico más marcado que nunca, ofreciéndonos por el camino divagaciones más que interesantes en lo referido a no sonar siempre cómodos al oído. De ahí que todo lo presente en este Compact Trauma tenga siempre múltiples giros para nada obvios, acercándose de este modo a un formato de pop rock progresivo donde nada es lo que parece. Este juego de ilusiones llega siempre dentro de unos parámetros instrumentales bastante sobrios, donde el juego de sintetizadores mostrado no busca la espectacularidad, sino amoldarse bien al núcleo guitarrero. Detalles que hacen que la referencia adquiera connotaciones de lo más inmersivas para garantizarnos que Ulrika Spacek son una banda de lo más particular y difícilmente comparable al resto.