Morreo no han dudado en tratar de remover sus cimientos musicales en su nuevo álbum Alegría, afianzando las influencias de su debut Fiesta Nacional, pero introduciendo al mismo tiempo muchas novedades. Si en su LP debut lograron fusionar el estilo más clásico de Germán y Joseca con elementos contemporáneos, en este nuevo buscan más bien moverse en ambientes más festivos y desinhibidos. A lo largo de la referencia nos vamos a encontrar como han potenciado unas líneas de bajo que no dudan en lanzar algún guiño a la bossa nova, del mismo modo que nos llevan directamente al epicentro de la música popular, aquella que suena en los más variados festejos, gracias al tratamiento de sus teclados. Sin olvidarnos tampoco de ese costumbrismo que tenemos más interiorizado de lo que parece, este conjunto de canciones acaba abarcando relatos donde se pone de manifiesto todo el simbolismo oculto que subyace en la mayoría de nuestras acciones. Así es como logran construir grandes historias, que pueden ir desde los veranos de ensueño hasta los planteamientos más existencialistas que se acaban disolviendo de una forma de lo más agradable entre las aspiraciones a lograr la canción pop más colorida posible.
