La artista afincada en Nueva York publicó hace unos meses su EP debut Devil’s Rain, un trabajo con el que nos descubre su enorme sensibilidad a la hora de abrirnos las puertas a ese cúmulo de reflexiones de tintes dramáticos acerca de como la mayor parte del tiempo nuestra vida se encuentra a la deriva. Adentrándose en un formato de folk ambiental, donde predominan siempre los sonidos tímidos de una guitarra que languidece mansamente a medida que brotan pensamientos relacionados con la soledad, Maria nos presenta cinco canciones con las que reescribir diferentes versiones de sí misma. Intentando bucear al máximo en todas aquellas situaciones que por momentos la paralizan, a la par de tratar de remar en una dirección que pueda provocar una reacción en todo lo que implica encontrar un estado vital más favorable, estas composiciones nos dejan siempre ante el valor de no acallar nunca nuestra voz interior.