Teresa Gutiérrez acaba de publicar el nuevo trabajo de su formación Ganges, sintiendo como ha revolucionado su propuesta acercándose hacia territorios donde el pop de capas ambientales se encuentra repleto de matices y al mismo tiempo posee el empuje necesario para que las historias encerradas en sus temas trasciendan sobremanera. Encarando el disco a través de reflexiones vitales con las que comprender como todas las relaciones cambian del mismo modo que nosotros mismos cambiamos, esta colección de temas indaga muy bien en el cúmulo de emociones y sentimientos contradictorios a los que tenemos que hacer frente. De ahí que canciones como ‘6º’ broten de una forma íntima y a través de confesiones un tanto dolorosas, todo ello intentando al mismo tiempo ser consciente de como todo al final tiende a ser pasajero.
Combinando cambios de ritmo heredados del R&B más evolucionista junto con técnicas de producción que ayudan a que los temas acaben resultando lo más pegajosos posibles, llama la atención la forma de crear espacios sonoros que cautivan al oyente en base a su imprevisibilidad. Sin ir más lejos, ‘Okinawa’ aparece como un tema de lo más certero donde dejarse llevar por los impulsos más ilusionantes que causa nuestra fantasía, todo ello abrazando la gran ligereza melódica de la que goza todo el trabajo. Piezas que desde la primera escucha crecen hasta límites insospechados y que sin lugar a duda configuran el mejor trabajo hasta la fecha de la artista.
