Muchas de las grandes canciones de ayer y de hoy están nutridas de desencantos, rupturas y traiciones amorosas. Sin embargo, como mortales, es siempre recomendable mantener la templanza y recurrir a abogados para efectuar nuestra separación o divorcio. Aunque la herida del artista sea capaz de concebir álbumes perfectos, recuerda: no es un ejemplo a seguir en la vida cotidiana.
Los dioses de la música piden el amor como sacrificio
Tratándose de uno de los más efectivos canales de expresión del alma humana, no es de extrañar que la música sea un efectivísimo catalizador emocional. A través de ella, son muchos los grupos que han cantado su soledad o su desamor no cómo el grito del incomprendido, sino como herida que sólo el arte de la música es capaz de codificar para que los demás la bailen. Precisamente, la ruptura amorosa es y ha sido siempre un motivo constante en la historia de la música. Desde las sonatas de Schubert, la canción de amor emblema de Nick Cave y el palabreo triste de cualquier trapero actual, la ruptura es un mal trago que, pese a su amargura, debe apurarse del vaso para seguir.
Como es evidente, olvidar a una pareja después de una separación o divorcio suele ser muy complicado. Si bien nadie tiene la respuesta exacta a cuanto se tarda en olvidar a un ex —y, si no, que se lo pregunten a Taylor Swift y tantos otros—, la realidad es que tener relaciones sanas y sinceras debe aplicarse también tras una ruptura. Esto no sólo es necesario para que la relación entre ambas partes no se recrudezca —en especial, si existen hijos de por medio—, si no que también es necesario a la hora de trazar una separación amistosa. Pero, ¿es esto posible en el mundo del arte —y, en concreto, de la música—, donde la visceralidad concibe grandes obras?
La sinceridad y el respeto mutuo, siempre por delante (o no)
Mantener una relación afectiva firmemente fuerte no siempre es una tarea sencilla. Se trata de la unión y la convivencia entre dos individuos que, pese a sus semejanzas, no tienen por qué albergar opiniones y perspectivas iguales a lo largo de sus vidas. Sobre todo, ya que, a medida que la pareja evoluciona, también lo hacen ambas partes. Un hecho que, si bien en algunos casos sucede de forma paralela, en otros puede aparecer como un desfase de intereses y objetivos entre los cónyuges. Tesitura que, cuando no encuentra solución alguna, puede conducir a la ruptura. Un momento de gran delicadeza emocional, pero que debe abordarse siempre con seriedad.
No obstante, esto no siempre es posible para los músicos y artistas. Al fin y al cabo, una obra, sea cual sea, debe tener verdad. Y, como bien sabemos, la verdad no siempre es objetiva, sino que se erige sobre los contextos, impresiones y vivencias de todas las partes implicadas. Más aún en una canción, ya que, si bien no es difícil determinar la rabia en un texto por su tono o en el trazo de un pincel en el lienzo, atisbar el dolor en un arpegioo un canto gritado es increíblemente fácil. Justamente, una de las razones por las que la música consigue abrirse paso entre las mentes con mayor facilidad que otras disciplinas. Y, por ello, la canción desgarradora siempre pega más fuerte.
Desde Etta James prefiriendo “quedarse ciega” a asumir la ruptura en I’d rather go blind,a Gotye en Somebody that I used to know lanzando puyas a su ex y asegurando que “cierto tipo de soledad” puede ser adictiva, los artistas del mundo de la música no son de llevar especialmente bien sus desamores. Sin embargo, la razón por la que deciden soltar esas perlas no es otra que la ambición creativa. Cuando el sentimiento es tan agudo, la creatividad es tan poderosa que suplica ser expresada a pesar de cuán angustioso pueda ser su efecto. Sobre todo, para los abogados, tanto si se trata del divorcio de un artista con su pareja como de la separación del grupo.
Cómo lidiar con la ruptura sin expresarla en canción
Desvinculándonos del mundo de la música, cuando a menudo el talento no nos permite expresar lo que sentimos —y obtener beneficio y fans con ello—, es preciso mantener la mente equilibrada. En ese sentido, hay que tomar decisiones amistosas y no pretender echar a nuestro cónyuge de casa en un arrebato, así como tampoco tomar elecciones que supongan situaciones injustas para nuestra pareja. Cómo sacar a mi pareja de mi casa legalmente debe ser también una pregunta que deben responder abogados especializados en derecho de familia, y no una consulta rápida a la comunidad de Internet u otras triquiñuelas de mal gusto.
Bajando del pedestal a nuestros ídolos y sus venganzas musicales contra sus ex, es preciso tener muy claras las ideas y sentimientos en todo momento. Ya que de ello dependerá que tanto la relación como cada decisión tomada sea la acertada. Por ende, consiguiendo que nuestra vida individual y compartida evolucione adecuadamente. Debemos dejar la visceralidad sólo para el terreno creativo, a la vez que imponer toda la seriedad y la conducta civilizada en el momento de decidir hacia dónde debe ir una relación que se consume.
De lo contrario, sólo estaríamos empeorando las tensiones entre ambas partes, accediendo a una espiral de ataques a menudo irreversible. Incluso el caso del rapero Drake y la modelo se habría solucionado mejor con un abogado,no añadiendo salsa picante a un preservativo para que ésta no le amenazará con denunciarlo por una paternidad forzada. Porque, si bien la música nos llena de todo tipo de sentimientos, la gestión emocional de algunos músicos no es plato de buen gusto. Un sacrificio del amor en nombre del arte de la música del que, sin embargo, podemos sacar un buen consejo: no hagas como ellos.
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