El director Kahlil Joseph nos ofrece un documental centrado en el último trabajo de Arcade Fire, Reflektor. Como la gran mayoría de fans sabe, la creación de Reflektor estuvo fuertemente inspirada por la música y la cultura de Haití, lugar donde nacieron los padres de Régine Chassagne por lo que éste país se convierte también en un gran protagonista de la cinta.
El largometraje mezcla escenas de los conciertos que ha brindado la banda con los momentos más íntimos de la composición del álbum en Jamaica y los días que pasaron en Haití. Las imágenes están acompañadas por temas del disco (y otras piezas de los canadienses como ‘Rococo’ o ‘Wake Up’) y por reflexiones aleatorias de los integrantes del grupo.
Sin embargo está muy enfocado a la relación de Win y Régine y a sus raíces. No aprendemos gran cosa de Arcade Fire, simplemente pequeños detalles como que el disco está influenciado por el pensamiento del filósofo Kierkegaard o que usan a los cabezudos para poder mezclarse con el público sin ser atosigados y además poder verse como versiones de dibujos animados. Más allá de esto, no hay nada nuevo que no sepamos.
El punto débil del documental es que no tiene una línea a seguir, no hay un argumento claro, por lo que no se puede esperar un final, tanto es así que es comprensible que los que no son fans de la banda, o aquellos que no disfruten de su música, se aburrirán. Aunque también es cierto que el documental tiene momentos curiosos o bonitos, como cuando Régine nos explica que intenta buscar ritmos que le recuerdan a los que su padre tocaba cuando ella era pequeña o cuando nos muestran su concierto en Haití y sus carnavales.
Se podría decir que The Reflektor Tapes es una plasmación del álbum en imágenes, una sucesión de escenas que aunque a los espectadores no nos aporta demasiado, parece que para la banda ha captado la esencia de lo que ellos querían transmitir.
Deja una respuesta