El pasado sábado 27 tuve una cita en el antiguo teatro Arteria Paral·lel de Barcelona para ver, tres años después de su última visita, a The Eels. A las 8 en punto, cerveza en mano y sentada en un palco a primera fila desde donde podría haber saltado al escenario, esperaba impacientemente.
No salieron los Eels sino su telonera, ni más ni menos que Nicole Atkins, cantautora de folk-rock americana, esta vez en solitario y sin su banda Atkins & The Black Sea. La verdad es que no había tenido el placer de escuchar antes algo de su trabajo, pero sólo me bastó una canción para comprobar lo imponente y penetrante que llega a ser su voz. Con nada más que esto y su guitarra y de pie encima de una alfombrilla azul de baño, llenó todo el teatro. A pesar de quedarme sin palabras con su vozarrón, las pocas canciones que tocó se me hicieron algo largas y parecidas, quizás debido a la impaciencia que tenía para que llegara el show de Mr. "E.
Y por fin llegó. Un poco tarde y sin nada de presentaciones entraban los cinco miembros de la banda directos al grano. Creo que no fui la única asistente que comentó el atuendo de la banda, chándal azul con rayas blancas, sí sí del estilo Adidas de mercadillo, gafas de sol y pelos alocados. Todo un cuadro. Empezaron animando el cotarro con el tema 'Prizefighter' de por allá el 2009, seguido de uno de los nuevos, 'Kinda Fuzzy'. Esperaba pues que no sólo fuera un concierto de presentación de su último y décimo álbum Wonderful, Glorious, sacado hace pocos meses sino toda una muestra del repertorio y la trayectoria de la banda desde sus inicios por allá 1995. Y así fue. A sus viejos temas 'That look you give that guy', 'Fresh Feeling', 'Sound of fear', 'Fresh Blood' y hasta la canción 2x1 que nos ofreció juntando acertadamente 'My Beloved Monster' y 'Mr. E's Beautiful Blues', se le unieron unos cuantos temas del nuevo álbum. Estos fueron 'Peach Blossom', 'New Alphabet', 'Open my Present', 'On the Ropes', 'Turnaround' y finalmente 'Wonderful, Glorious', ¡no nos podíamos quejar!
Para terminar de redondear el concierto, su líder Mark Oliver Everett, vaya el señor "E" y el resto de la banda, optaron por añadir un poco de humor al show no sólo llevando el atípico atuendo. La presentaciones de los miembros de la banda se fueron sucediendo entre canciones a modo de Give me a hug! (¡Dame un abrazo!) les pedía "E". Así como la especia de boda que celebró con uno de sus guitarras, Jeff Lyster (The Chet) para renovar los votos de los diez años que llevaban tocando juntos, muy emotivo (y gracioso) todo.
La verdad es que The Eels sonaron de maravilla, estuvieron tiernos y eléctricos cuando hacía falta, llenado el teatro y provocando la euforia colectiva. El toque de humor durante todo el concierto me pareció acertado, sin caer en la vulgaridad ni en el frikismo y sin desmejorar su música. Algunos han atribuido el uso de este recurso humorístico junto al "disfraz" chandalero a la necesidad de su cantante de esconderse del mundo y las fatalidades, como una especie de vía de escape de todo lo malo ocurrido en su vida. A pesar de que "E" haya sufrido dolorosas y abundantes pérdidas familiares en pocos años, no me parece que el humor y el juego con la excentricidad en sus conciertos y su vida sean un disfraz ni que debamos entrar en especulaciones psicológicas después de ver su concierto. Simplemente "E" se lo pasa genial, disfruta tocando sus temas peculiares y de géneros varios, haciéndolos así más personales aún, y lo más importante consigue hacer disfrutar a su público y que nos quedemos con ganas de ver su directo otra vez.
Me pareció graciosa su forma de terminar el concierto aunque arriesgada. Una vez terminaron con el tercer bis pedido por el público y nos encontrábamos ya con un pie en la calle, oímos su música otra vez. ¿Un cd de fondo para despedir a los asistentes? Los Eels habían vuelto al escenario con las luces abiertas y a medio desmontar. Nos faltó tiempo para volver corriendo en modo avalancha y disfrutar de un último tema con las chaquetas puestas. Genial y atrevido, suerte tuvieron de que gustó su concierto y los fans volvimos, buena forma de comprobar si lo has hecho bien! Con un último tema inesperado me marchaba a casa satisfecha y con ganas de contarle a todo el mundo el eléctrico y divertido show de The Eels y preguntando ese ¿cuándo crees que volverán? Tres años llevaban sin visitar Barcelona, ¿podré esperar otros tres más?.