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Los mejores discos internacionales de 2016 (15 al 1)



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Los mejores discos internacionales de 2016 (15 al 1)

Después de repasar las posiciones del 30 al 16, llegamos a los discos que más nos han marcado este 2016, esos que han conseguido incluso ponernos la piel de gallina. Aquí se reúnen nombres esenciales como Leonard Cohen, Radiohead, PJ Harvey, David Bowie o Nick Cave, artistas que no solo mantienen su leyenda, sino que han vuelto a sorprender con el nivel de sus nuevos trabajos.

Junto a ellos aparecen sorpresas tan prometedoras como Whitney, además de artistas que han sabido evolucionar y reinventarse con discos intensos y versátiles como Frank Ocean, ANOHNI o James Blake. El resultado es una lista de altísima calidad, que confirma que el panorama musical vive un momento de plena ebullición y transformación continua.


    1. 15

      Explosions In The Sky

      The Wilderness

      En este disco la banda nos transporta a un paisaje amplio y cálido donde cada tema se construye por capas, avanzando desde la calma hacia crescendos épicos. Exploran con discreción la electrónica, integrándola con naturalidad en su instrumentación clásica y aportando nuevos matices a su trayectoria. Canciones como “Logic of a Dream” o “Infinite Orbit” muestran diferentes terrenos emocionales que acaban convergiendo en clímax de gran intensidad.


    1. 14

      James Blake

      The Colour In Anything

      Blake firma un trabajo extenso, de diecisiete canciones, donde sigue siendo reconocible desde el primer segundo, pese a la evolución constante de su sonido. Mantiene su universo emocional y su querencia por el piano, pero lo lleva a un terreno electrónico aún más elaborado. Temas como “Choose Me” o “I Need a Forest Fire” junto a Bon Iver condensan una intensidad casi dolorosa, entre texturas digitales y una voz que sigue siendo el eje de todo.


    1. 13

      Frank Ocean

      Blonde

      Tras el experimento visual de Endless, Ocean regresa con un álbum que confirma su condición de artista único. En Blonde alterna canciones de vocación inmediata como “Ivy” o “Pink + White” con piezas arriesgadas y de estructura libre como “Futura Free” o “Sigfried”. El resultado es un trabajo que trasciende etiquetas de género y deja claro que el músico juega en una liga propia, muy por delante de sus imitadores.


    1. 12

      Daughter

      Not To Disappear

      El trío británico vuelve con un segundo álbum tan melancólico como expansivo. “Not To Disappear” se abre con la devastadora “New Ways”, que sirve de carta de presentación para un conjunto de canciones oscuras, intensas y de gran carga emocional. La voz de Elena Tonra guía una experiencia que se mueve entre la tristeza, la búsqueda de escapatoria y una producción que combina guitarras etéreas con texturas casi post-rock.


    1. 11

      Woods

      City Sun Eater In The River Of Light

      La banda vuelve a mostrar su inagotable inspiración en un disco que recoge elementos de casi todas sus etapas y los cruza con sonoridades más fronterizas. A través de historias agridulces y arreglos llenos de detalles, Woods refuerzan un estilo inmediatamente reconocible. Canciones como “Politics of Free” alcanzan una delicadeza y belleza extremas, consolidando al grupo como uno de los grandes referentes del folk psicodélico contemporáneo.


    1. 10

      Leonard Cohen

      You Want It Darker

      El último álbum de Cohen, inevitablemente asociado a su muerte, funciona también como obra plenamente autónoma. Con tono sombrío pero sin dramatismos, revisa su propia mortalidad desde la serenidad y el humor seco que siempre le caracterizaron. Se reúnen aquí todas sus facetas –poeta, cantautor, místico, dandi– en un conjunto de canciones sobrias y elegantes que cierran una carrera irrepetible “desde la grieta por la que entra la luz”.


    1. 9

      Nick Cave & The Bad Seeds

      Skeleton Tree

      Este álbum se construye alrededor del duelo por la muerte del hijo de Cave y convierte ese dolor en una serie de letanías casi susurradas. Lejos de la vertiente más rockera del grupo, apuesta por atmósferas desnudas, lentas y extremadamente emotivas. La culpa, la pérdida y la necesidad de redención se cuelan en cada verso, logrando uno de los trabajos más conmovedores y difíciles de su carrera.


    1. 8

      Kevin Morby

      Singing Saw

      Morby firma aquí el trabajo más serio y ambicioso de su trayectoria, consolidándose como uno de los grandes cantautores de su generación. Con una mirada serena al paso del tiempo, teje canciones de fuerte carga espiritual donde la voz y el piano se convierten en ejes fundamentales. Piezas como “Destroyer” o “Water” demuestran el nivel de madurez alcanzado y apuntan hacia un futuro brillante dentro del folk-rock contemporáneo.


    1. 7

      Bon Iver

      22, A Million

      El tercer disco de Justin Vernon sorprendió por su apariencia críptica, llena de símbolos, títulos extraños y experimentación digital. Sin embargo, bajo esa superficie se esconde un álbum sobrio y calculado donde la emotividad habitual de Bon Iver se traslada a un nuevo lenguaje electrónico. La deformación de la voz, los cortes de ritmo y los arreglos sintéticos conviven con su sensibilidad folk, dando lugar a un trabajo arriesgado pero profundamente humano.


    1. 6

      Whitney

      Light Upon the Lake

      El debut de Whitney, surgido de miembros de Smith Westerns, amortigua la ausencia de la banda madre con un proyecto propio que mira al pasado con ternura. Su sonido tiñe de tonos sepia la herencia del indie-rock, evocando la costa oeste de finales de los sesenta y referencias como The Band o Neil Young. Canciones cálidas, melódicas y llenas de matices que justifican su etiqueta de uno de los mejores debuts del año.


    1. 5

      PJ Harvey

      The Hope Six Demolition Project

      Harvey continúa la senda iniciada con Let England Shake, usando el rock y el pop como vehículo de comentario social. Con guitarras afiladas y una mirada crítica hacia la realidad política y urbana, construye un disco quizá menos deslumbrante que otros de su catálogo, pero tremendamente sólido y coherente. Cada canción refuerza la idea de que la artista mantiene un estándar altísimo y no concibe entregar un álbum menor.


    1. 4

      ANOHNI

      Hopelessness

      Bajo su nuevo nombre artístico, Antony Hegarty entrega un álbum co-producido junto a Oneohtrix Point Never y Hudson Mohawke que mezcla electrónica contundente con su habitual fragilidad vocal. Hopelessness es un trabajo duro y frontal, en el que expresa su rabia contra la humanidad y el sistema político a través de letras incómodas y directas. Temas como “4 Degrees” o “Drone Bomb Me” logran el extraño equilibrio entre invitarnos a bailar y obligarnos a reflexionar sobre el mundo que habitamos.


    1. 3

      Car Seat Headrest

      Teens of Denial

      Aunque es el decimocuarto trabajo firmado bajo este nombre, Teens of Denial es el verdadero debut de estudio de Will Toledo y su consagración definitiva. Con un indie rock distorsionado que bebe tanto de Guided By Voices como de The Velvet Underground, combina canciones inmediatas como “Fill In The Blank” o “Drunk Drivers/Killer Whales” con piezas largas y ambiciosas. Se enfrenta a la depresión y la ansiedad desde una perspectiva juvenil, irónica y profundamente lúcida, convirtiendo el disco en uno de los grandes hitos de rock de la década.


    1. 2

      Radiohead

      A Moon Shaped Pool

      El grupo de Oxford vuelve a apoyarse en la tristeza para construir un disco que parece fuera del alcance de cualquier otra banda. A Moon Shaped Pool destaca por una coherencia sonora poco habitual en su catálogo, dejando de lado la experimentación más abrupta para centrarse en la pérdida y la alienación. Baladas al piano como “Glass Eyes”, “Decks Dark” o “True Love Waits” conviven con pasajes casi orquestales como “The Numbers” o “Burn The Witch”, componiendo un álbum menos inmediato pero cada vez más gratificante con las escuchas.


  1. 1

    David Bowie

    Blackstar

    El último disco de Bowie es imposible de desvincular de su muerte, pero incluso sin ese contexto se alza como uno de sus logros más grandes en décadas. Blackstar convierte su despedida en una obra de arte total, repleta de referencias a la enfermedad y al final, pero también de desafío creativo y riesgo experimental. Con una fuerte influencia del jazz contemporáneo y una estructura casi narrativa a lo largo de siete cortes, Bowie proyecta una visión atemporal de su propia vida donde pasado, presente y futuro se entrelazan. Un legado condensado en unos cuarenta minutos que justifican de sobra su presencia en lo más alto de cualquier lista.

Redacción Mindies

Los miembros de la redacción de Mindies amamos la música por encima de todas las cosas.