Volvemos otro año al Primavera Sound Festival, esta edición llamada el bestfestivalever. Han sido muchas horas de ir y venir, viendo conciertos, cenando, bebiendo, riendo ,cantando, bailando, temblando de frío... En definitiva tres días que nos han pasado volando. A pesar de que lo del best festival ever se les ha quedado algo grande, la oferta ofrecida en su cartel nos ha valido para creer que ha sido un festival musicalmente hablando variado y acertado y que se ha vuelto a consolidar como uno de los mejores festivales del mundo.
Cosas a mejorar; evidentemente las cancelaciones (que no siempre son culpa de la organización del festival, está claro) y las solapaciones... ¿Cuánta gente se perdió a The Postal Service en favor de Deerhunter cuando al cabo de dos días los de Atlanta volvían a tocar para cubrir a Band of Horses? (que por cierto cayeron del cartel UN día antes de su concierto)... En fin. Pero sobre todo, y nada tiene que ver con la organización, ¿Por qué este año ha estado lleno de pesados que sólo iban a los conciertos a ponerse al día con sus colegas hablando de espaldas al escenario? Hemos acabado hartos, hartísimos de escuchar en stereo a dos amiguetes comentando el concierto de Phoenix del día anterior mientras se perdían el de Blur, contándose sus batallitas al concierto que llevábamos meses esperando ver...
¡Pero no seamos tan negativos! Este año también ha tenido cosas positivas. A pesar de ser una de las ediciones con más asistentes, que el festival haya aumentado de tamaño y la mejor organización en barras y wcs, ha hecho que nos sintiéramos menos agobiados. Era fácil conseguir comida y bebida (el precio ya es otra cosa), y también eran rápidas las colas para ir al baño, en ese aspecto no hemos perdido demasiado tiempo, y hemos podido llegar a la hora prevista a todos los conciertos. Pero lo que está claro es que el cartel ha sido lo mejor, incluso el domingo , que nos parecía el día más flojo en cuanto artistas a los que ver, acabó siendo de los mejores.
Vayamos a lo que nos interesa, el primer día del Primavera Sound 2013:
Wild Nothing
A eso de media tarde, aún soleada y con bastante viento, nos dirigíamos al escenario Heineken para ver nuestro primer concierto del festival. Wild Nothing, grupo estadounidense capitaneado por Jack Tatum, y al que quizá no habíamos prestado demasiada atención, aparecía con una interesante propuesta, intercalando canciones más moviditas y otras más tranquilas creando una muy buena atmósfera para seguir con más ganas el festival. A pesar de ello, no sé si eran las ansias de ver a más grupos lo que hizo parecer el concierto algo lento, o largo, con la sensación de llevar media hora de concierto cuando en realidad llevabas 10 minutos. (Mindie JU)
White Fence
Salíamos de Wild Nothing, con la sensación de que el escenario se le había quedado algo grande. Entonces, del Heineken, nos dirigimos al escenario ATP, donde White Fence ya había empezado. Y madre mía con qué energía lo hicieron. Lo primero que nos sorprendió fue la manera en que Tim Presley cogía la guitarra: ésta la tenía situada a altura sobaquera, y la manejaba para arriba y para abajo cómo el quería, buscando ese sonido especial. El grupo sonó muy bien y contundente, una delicia psicodélica. El punto álgido de la actuación fue cuando Tim se marcó una charla con la guitarra de casi 10 minutos, muy al estilo Pink Floyd. Lo único que no nos gustó de la actuación fue la actitud de unos indeseables que se dedicaron a tirar bocadillos al escenario. Tim bromeo "We want more bread!" pero lo que yo quería era pegarles dos hostias bien dadas a los que hacen semejantes tonterías que destruyen la actuación del grupo. Una pena que mucha gente escogiera Savages en vez de White Fence, lo hubieran disfrutado. (Mindie M)
Tame Impala
No es exagerar decir que el concierto de Tame Impala fue una de las sorpresas más agradables de la edición de 2013. Cuando aún era de día (igual de noche la psicodelia hubiese sido mucho mayor) los de Perth aparecían timidamente encima del escenario, para ofrecer un concierto donde todos nos quedamos con la boca abierta. Empezaron con 'Solitude Is Bliss' y desde ese momento supimos que su concierto no iría sólo de tocar los hits de sus dos discos, en especial de su aclamado Lonerism, sino que querían experimentar y arriesgar para dar al público un espectáculo único. Hicieron arreglos de más de dos minutos en sus canciones, algunas ni se parecían al tema original como el caso de 'Mind Mischief' (sin que esto signifique algo malo), y por eso se hacía ameno y te invitaba a ver en algo conocido algo totalmente distinto. Kevin Parker se lo pasó genial, y nosotros con él. La pantallita de detrás del escenario nos ofrecía imágenes psicodélicas que acompañaban perfectamente el ritmo de la música. Sonaron temazos como 'Elephant', 'Endors Toi', 'It Is not Mean to Be' y acabaron enérgicamente con 'Half Full Glass of Wine'. Como he comentado antes, uno de los mejores sin duda alguna. (Mindie E)
The Postal Service
Una de las mejores noticias de 2012 fue saber que The Postal Service se reunía para hacer una gira, otra aún mejor era saber que esa gira incluía Barcelona. Nada más y nada menos que después de 10 años Ben Gibbard y Jimmy Tamborello darían la cara en el escenario ante todos esos fans que siempre hemos tenido la espinita clavada de no haberles podido ver en directo. Nos posicionamos en una primerísima fila para no perdernos detalle alguno, y la fiesta empezó cuando Gibbard y Tamborello salieron acompañados por Jenny Lewis y Laura Burhenn (quien nos demostró su talento ante el teclado). Comenzaron con 'The Districts Sleeps Alone Tonight', y ya pudimos comprobar que los cuatro nos llenarían de energía. Gibbard no paró, ni mientras cantaba dejó de moverse en ningún momento, Tamborello sin embargo permaneció al fondo del escenario mientras que en la parte central nos encontrábamos a una confiada Lewis que lo mismo cantaba, que tocaba la guitarra e incluso la batería (Gibbard también se atrevió con ella). La complicidad entre Lewis y Gibbard se hizo muy evidente, aunque en ocasiones parecía excesiva, como cuando interpretaron 'Nothing Better'. Nos hicieron revivir como si en 2003 estuviéramos, con ese querido Give Up, desde 'We Will Become Shilloettes','Recycled Air', 'Clark Gable' hasta la ya convertida en himno 'Such Great Highs'. Fue un concierto emotivo, enérgico, electrónico y eléctrico en el que todos pudimos bailar, cantar y recordar. (Mindie E)
Grizzly Bear
Salimos corriendo del escenario Heineken para dirigirnos hacia el Primavera y poder ver a Grizzly Bear, sin embargo miles de personas se nos habían adelantado y rodeaban ya el escenario, así que tuvimos que conformarnos con verles de lejos. Una pena, porque realmente nos apetecía mucho ver a los de Brooklyn de cerca. Técnicamente el concierto fue inmejorable, cada instrumento, cada nota, la voz de Edward Droste sonaron de forma delicada y preciosa. La decoración ayudaba a crear esa atmósfera íntima, lámparas de gas emitían una cálida luz anaranjada que hacía que el público viera esa energía suave que la banda transmitía. Droste y los suyos nos ofrecieron en mayor parte temas de su último trabajo Shields, sin embargo también hubo cabida para grades canciones como 'Knife, 'Two Weeks' y Cheerleader'. Algunas de sus melodías comenzaban lentas, suaves y poco a poco y sin saber cómo se convertían en explosiones de sonido llevadas a cabo de forma cautelosa y muy bien trabajada. Esperamos poder volver a Grizzly Bear, en otra ocasión en una sala cerrada donde podamos disfrutar de cada nota y de cada acorde como la ocasión lo merece. (Mindie E)
Phoenix
1:40h; antes de esa hora muchos ya habíamos corrido hacia el escenario Heineken para poder ocupar una digna posición ante la actuación de los franceses Phoenix. Tanto los nuevos temas de su último álbum como sus clásicos se fueron intercalando a lo largo del concierto. Títulos como 'Entertainment', 'Long Distance Call' o 'Lizstomania' nos hicieron saltar y disfrutar de un muy buen directo lleno de energía y con alguna que otra sorpresa. Phoenix presentaban su último disco Bankrupt!, y siendo fieles a su nombre, se produjo a medio concierto el lanzamiento masivo de pseudo billetes a modo de confetti, cosa que provocó en algunos de nosotros las ganas de cogerlos todos. Su líder Thomas Mars, como ya ha hecho en otras ocasiones, se abría paso entre la multitud para quedarse en medio de la masa cantando un par de canciones y flotando sobre ella, dejándose luego llevar por encima de la gente al más puro estilo rocker. Los presentes agradecieron y alabaron su energía y dedicación y bailaron sus ritmos adictivos, así pues nos brindaron un gran concierto y un gran subidón. (Mindie JU)
Animal Collective
Estábamos agotados ya, pero aún nos quedaban fuerzas para poder ver a Animal Collective. Otra vez deprisa y corriendo fuimos desde el Heineken hasta el Primavera (esto parecía una partida de ping-pong) para descubrir una sorpresa agradable, los chicos de Baltimore habían decorado en esta ocasión (a diferencia de su último paso por el Primavera Sound) el escenario con cosas raras por decirlo de alguna manera: una boca, una cola de animal... todo muy parecido a la portada de su último trabajo Centipede Hz. Así pues, estábamos preparados para que con ellos, se nos fuera la olla. Tocaron solamente 8 canciones, pero no es nada raro puesto que algunas de ellas duraban más de 7 minutos, como la primera 'I think I Can'. Le siguió 'Today's Supernatural' donde todos saltamos y cantamos pegadizo estribillo. Otra de las novedades de este concierto a diferencia del del último Primavera Sound, es que tocaron más de dos canciones conocidas! Entre ellas 'My Girls' y 'What Would I Want? Sky'. Como siempre los chicos de Animal Collective ponían toda su energía en tocar sus canciones (a veces parece que están tocando sólo para ellos, sin importarles el público) pasándoselo genial y haciéndonos a los demás bailar y saltar. (Mindie E)